Hoy te damos gracias, Dios, por mi hermano y mi cuñada, y por la oportunidad a parar tiempo con ellos como adultos. Si yo estaría muy trabajador como ellos, ambos en empleo y en casa, no estaría una persona divertido. Pero en vez de esto, encuentro en ellos personas muy maravillosos, quien me gustaría aunque si no fueron mi familia. Amén.