Malasia: ¿Comes cerdo?
Norteamericano: Por supuesto que como cerdo. Qué pregunta más rara. ¿Acaso no lo hace todo el mun— Ah, sí. País predominantemente musulmán, no puede comer cerdo. Ya lo entiendo. No me extraña que me lo pregunten siempre. Oye, todo el mundo, ¿qué tipo de carne de cerdo os gusta? En mi país nos gusta el tocino.
Canadá: Tocino canadiense.
Norteamericano: ¿O… kay? Has saltado muy rápido con eso.
Canadá: El nuestro es más amigable, ¿eh?
Francia: Nous prefer-ons le jamon.
NA: Claro, el Croque monsieur y todo eso.
Alemania: ¡Sausagewurst bitte!
NA: ¿Qué… hay exactamente en esa salchicha?
México: Al pastor.
NA: ¿Comes pastores?
Texas: Costillas.
NA: Oye, Texas. ¿No eres parte de nosotros?
Texas: Claro, claro. Por supuesto que lo soy. Guiño, guiño. Jejejeje.
NA: ¿Y tú, Malasia? Para los que podéis comer cerdo, ¿cuál es la mejor parte?
Malasia: El nudillo.
NA: …¿Cómo dices?
Malasia: El nudillo.
NA: ¿Es… es eso una cosa? ¿Acaso los cerdos tienen dígitos reticulados en s—
Malasia: NUDILLO.
Yo: ¿Me haces esto sólo por diversión? ¿Es un deporte o algo así para ti?
Malasia: NUDILLO DE CERDO NUDILLO DE CERDO NUDILLO DE CERDO
Sí, esos son los huesos de los dedos de la derecha en esa foto. Resulta que sí tienen dedos reticulados. La moraleja de la historia es que, cuando cenes con amigos en el sudeste asiático, tienes que estar preparado para que lo de los calamares picantes sea el plato más normal de la mesa. Además, aunque la carne de codillo de cerdo está muy buena, la mayor parte está atrapada bajo seis millas de grasa. Lo cual también está muy bien, pero es algo horrible al mismo tiempo. En fin, feliz cumpleaños, Glenn. Cuando me toque a mí, amigos, por favor, elegid la tarta de chocolate en su lugar.